Biarritz día 1
1. El puerto de los pescadores
Empecemos por lo fundamental en esta estación imperial: un paseo por el litoral, que empezaremos en el pintoresco Puerto de los pescadores, donde podremos hacer una pausa para saborear un buen pescado en Le Corsaire mientras disfrutamos de las vistas sobre los barcos de pesca. Después, continuaremos nuestro paseo poniendo rumbo al famoso Rocher de la vierge y su estatua, erigida en 1865 y símbolo de la ciudad, antes de visitar el Aquarium de Biarritz, situado justo al lado, con sus focas y sus siete especies de tiburones.
Biarritz_Rocher de la Vierge ©G.Arrieta
El Aquarium de Biarritz abre todos los días, por la noche en julio y agosto y a las 10:30 y las 17:00 dan de comer a las focas.
2. La Côte des basques
Côte des basques ©G.Arrieta
Seguimos paseando junto al océano y descendemos hacia la Côte des basques, una de las playas más bonitas de Europa, a través del Puerto Antiguo, una pequeña cala situada al fondo de una ensenada rocosa. La Côte des basques es la Meca de los surferos, tanto veteranos como principiantes. Atención: el baño se interrumpe durante la marea alta, ya que no se puede acceder a ella. Es la ocasión ideal para tomar un cóctel en el Bar de la côte, con sus vistas sobre las costas españolas...
Biarritz surf, Zoe Grospiron ©G.Arrieta
3. Tomar algo en Bibi Beaurivage
El barrio tradicional de Bibi Beaurivage se encuentra sobre la Côte des basques, por la que tendremos que subir, pasando entre los eucaliptos, hasta llegar a la square Jean-Baptiste Lassalle, donde tanto los locales como los surfistas y los veraneantes se reúnen al final de la jornada en torno al famoso chiringuito Etxola Bibi y sus pistas de petanca. El rosado está frío, las tapas son consistentes y las vistas excepcionales.
Bar Etxola Bibi ©Damien Dohmen
Biarritz día 2
4. Alrededor del mercado
Biarritz, les Halles ©CDT64
El mercado cubierto de Biarritz, construido en 1885 y magistralmente restaurado, marca el ritmo del centro de la ciudad biarrota por la mañana, a mediodía y... por la noche, ¡el momento en el que los veraneantes se reúnen por millares para tomar un aperitivo con tapas a cielo abierto! Sus puestos de pescado y marisco tienen muy buena fama. Alrededor, más de un centenar de comercios, tiendas de productos locales (desde las alpargatas hasta los macarons, pasando por la ropa de surf) y tiendas de lujo se extienden hasta la place Clemenceau para ofrecer un paseo muy fructífero a aquellos visitantes que busquen un recuerdo de su estancia biarrota.
Biarritz, boutique Arostéguy ©CDT64-J.Cazenave
Mercado abierto todos los días de 7:30 a 14:00 y, en verano, por la noche de 18:00 a 21:00.
5. La capilla imperial
Después de comer en Le Clos basque , el refugio histórico de la clientela local (es preferible reservar con antelación), se puede hacer la digestión mientras se visita la capilla imperial, situada a unos pocos minutos a pie. Construida en 1864 por mandato imperial de Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, esta capilla, en la que se mezclan el estilo románico-bizantino con el hispanomusulmán, está dedicada a la virgen negra mexicana de Nuestra Señora de Guadalupe.
Chapelle Impériale ©CDT64-J.Cazenave
Biarritz día 3
6. Marcha acuática al pie del Faro
Por la mañana, no hay nada más revitalizante que caminar con los pies desnudos y el bañador por la playa du Miramar y la Grande plage (durante 2 km) escuchando en tu reproductor de música La Femme, el grupo de pop biarrota más de moda (escuchar La Femme en Spotify ). Después de la tonificante marcha acuática, puedes hacer estiramientos sobre la arena antes de subir hacia el Faro, de 73 metros de altura. Si todavía te quedan fuerzas, asciende por sus 248 escalones: desde lo más alto, las vistas sobre la costa vasca, el sur de las Landas, el océano y las montañas son espectaculares.
Biarritz, le Phare ©G.Arrieta
7. Relajarse con la talasoterapia
Thalmar, l'Archipel ©Thalmar
¡Biarritz es el destino de talasoterapia y para ponerse en forma por excelencia! La estación cuenta con dos centros de talasoterapia (Sofitel Biarritz Le Miramar Thalassa Sea & spa y Thalmar ) que ofrecen tratamientos a la carta o terapias, en función de tus necesidades. La ciudad también alberga un palacio (Hôtel du Palais ) y un hotel de cinco estrellas (el Regina Biarritz Hotel & spa by MGallery collection ) que cuentan con algunos de los spas más conocidos de la región.
Hotel du Palais, Bar Imperial ©Hotel du Palais