Siempre vamos el fin de semana de las fiestas de San Juan. Llegas a los treinta, la vida se complica... Nos vemos poco, pero esta es nuestra cita anual. Aquí es donde pasamos nuestras primeras vacaciones sin nuestros padres. Desde entonces, todos los años nos reunimos en la casa de mi mejor amigo. Cojo el avión el sábado por la mañana temprano y vuelvo a París el lunes por la mañana, también muy temprano. ¿Lo primero que hacemos al llegar? Ir a tomar un café a la place Louis XIV y abastecernos de suministros. Macarons de Maison Adam, pastel vasco de Pariès...
“Es muy relajante...”
Y para el jamón, vamos hasta la frontera española. La Maison du Jambon es un tres en uno: panadería, estanco y charcutería. Delante, una fila de coches hace cola para comprar su Truie de montagne. No tenemos mucho más planificado, pero es genial. Pasamos mucho tiempo en casa, mirando la bahía y disfrutando sin hacer nada. Es muy relajante. Al finalizar la mañana vamos a la playa, no la playa del centro, sino la que se encuentra bajo la colina de Sainte-Barbe. Es una pequeña franja de arena, ¡y no hay mucho espacio!
“El tiempo se detiene...”
Por la tarde, nos dirigimos a la Guinguette para ver la puesta de sol tomando algo. Este bar se encuentra en una antigua estación de tren con unas vistas privilegiadas del océano, al final de una carreta sin salida. Nunca he estado en otro lugar como este. Es siempre una experiencia muy emocionante. El tiempo se detiene, y nadie piensa en hacer fotos para subir a Instagram. Cenamos allí. Sirven chipirones, es un plato grasiento pero está delicioso. Y por la noche vamos a las fiestas de San Juan. ¡Somos de las Landas! La feria es parte de nuestra cultura. Y además es un buen pretexto... El domingo por la noche vamos a cenar a Guéthary, forma parte del ritual. Mientras admiramos la puesta de sol, pensamos en los que ya han regresado y nos sentimos agradecidos por seguir aquí...
Lugares de interés
Para las compras al llegar:
- Maison Adam por los macarons (para comer allí o para llevar, a veces hay que ir dos veces).
- Pariès para el pastel vasco con nata o cereza negra (o los dos).
- Maison du Jambon en el País Vasco francés para el jamón truie de montagne ham, Behobia, en España (un lado del río está en Francia y el otro en España, ¡la auténtica frontera!)
Para las vistas:
- (Y los chipirones...) La Guinguette d’Erromardie
- La colina de Sainte-Barbe: Por la mañana está bien, ¡pero al atardecer es una maravilla!