Deleitarse en la orilla del estuario
A lo largo de las verdes laderas del estuario, los cruceros enológicos ofrecen degustaciones de vinos de denominaciones locales acorde con los platos servidos. Dominando el estuario desde lo alto de la cúspide rocosa, las ciudades de Bourg y Blaye son las dos etapas clave de este paseo fluvial: ¡un placer para el paladar y los ojos!
Conocer apasionados
En Bourg, enólogos ntusiastas y pedagodos dan la bienvenida a los viajeros epicúreos. Cruzando las puertas de la "Maison des vins", situada en la ciudad alta, descubrimos su bar contemporáneo y su bodega abovedada con unas 150 botellas con denominación. La oportunidad de conocer mejor los vinos con carácter presentados por los propios enólogos.
Descubrir un viñedo insólito
Bien conocida por sus murallas y fortificaciones de ciudad militar, la ciudadela de Blaye se ha convertido gradualmente en un pueblo de artesanos. Disfrutaremos de muchas actividades, pero la más inusual es probablemente la visita de su micro viñedo, que se extiende sobre más de 1.500 m² sobre el estuario. ¡Cultivado en biodinámica, el Clôs de l'Échauguette es arado a caballo, cosechado a mano y habitado por gallinas que cacarean entre las vides! Puede visitar la parcela y comprar este vino excepcional producido con solo 700 botellas al año.
Pedalear en la carretera de la Cornisa
La oficina de turismo de Bourg tuvo la buena idea de poner a disposición del público durante todo el año bicicletas eléctricas. Desde la carretera de la Corniche, los ciclistas pueden admirar el acantilado de piedra caliza que se adentra en el estuario por un lado, y la arquitectura de piedra clara bordeada de flores azules por el otro lado. Tomando altura, en Bayon-sur-Gironde, uno ve las vides del castillo Eyquem. ¡En este punto, la vista de la confluencia es espectacular!
Visitar una cooperativa resistente
Ubicada entre los prestigiosos Château Mouton Rothschild y Château Lafite Rothschild, una cooperativa aún se resiste a la llamada de los grands crus classés: La Rose Pauillac, fundada en los años 30 por pequeños propietarios deseosos por hacer un gran vino a un precio asequible. Situada en una antigua granja en el corazón de Pauillac, se puede visitar la bodega de la cooperativa y ofrece actividades inusuales, como una degustación en la oscuridad que guarda muchas sorpresas...
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