1. El desierto marroquí en la duna de Pilat
¡La gran ineludible de la costa Atlántica : la dune du Pilat ! Con una altura actual de 102,5 metros, la duna más alta de Europa nos hace pensar inmediatamente en el desierto del Sáhara. En la cima de este monumento natural excepcional no hay dromedarios, sino unas vistas sobre la bahía de Arcachón el bosque de las Landas que quitan el aliento.
2. South Beach en Soorts-Hossegor
Hossegor, un pequeño pueblo «surfero», es conocido internacionalmente por ofrecer a los apasionados de las olas algunos de los beach breaks más bonitos del mundo. California en Landes–Armagnac: ¡es posible! No te olvides de visitar la zona artesanal de Pédebert en Soorts Hossegor. Allí encontrarás todas las grandes marcas de Surfwear, como Billabong, Oxbow, Rip Curl, Quiksilver, etc.
A principios de octubre, no puedes perderte las Quiksilver y Roxy Pro, unas pruebas muy importantes del Campeonato del Mundo de Surf.
3. El Yosemite park en los Lacs d'Ayous
Con paisajes dignos de postal, los Lacs d'Ayous no pueden separarse de la silueta del Pic du Midi d'Ossau, el cual se refleja en ellos de forma natural. No hace falta ir a las montañas de Sierra Nevada, en California, para disfrutar de la belleza de las montañas. Por supuesto, en los Pirineos Atlánticos encontrarás los paisajes de los lagos del valle d’Ossau, los cuales enamorarán tanto a los senderistas principiantes como a los veteranos.
4. La costa rocosa de Arnarstapi en Hendaya
Último espacio natural protegido de la costa vasca francesa antes de llegar a España, la Cornisa Vasca ofrece unos paisajes cautivadores y domina el océano Atlántico y la base de los Pirineos. No hace falta ir a Islandia para contemplar los paisajes rocosos de Arnarstapi. Este lugar se caracteriza por unos acantilados abruptos, ensenadas y sus dos famosos peñascos, «les Jumeaux», especialmente fotogénicos.
5. El Golden Gate Bridge en Bordeaux
Último puente sobre el Garona antes de llegar a su estuario, el Pont d’Aquitaine es el segundo puente suspendido más grande de Francia (justo después del de Tancarville) gracias a sus cerca de 394 metros. Con sus columnas de 103 m de altura y su vestido rojo, nos recuerda a su hermano mayor, ¡el Golden Gate de San Francisco! Este puente vial da servicio a la vía de circunvalación de Bordeaux y los ciclistas pueden tomarlo para disfrutar de un panorama excepcional sobre la ciudad y el río. Si quieres fotografiarlo en las mejores condiciones, tienes una cita en las laderas de la margen derecha y, especialmente, en el hermoso Parc de l'Ermitage de Lormont. También puedes tomar un barco para excursiones, ya que ofrecen visitas de Bordeaux y de su famoso Port de la Lune, ¡inscrito en el Patrimonio Mundial de la Unesco!
6. La Bohemia del Norte en Corrèze
Déjate atrapar por las increíbles formaciones geológicas de los Orgues de Bort. ¡No hace falta ir a República Checa para contemplar el espectáculo de la naturaleza! Estos gigantescos tubos de roca, modelados por el paso del tiempo, son un mirador magnífico desde el que contemplar los paisajes de Limousin, Corrèze y la cadena de los Monts d’Auvergne. Rutas de senderismo señalizadas, panoramas. Acceso libre y gratuito.
7. Bruselas en cómic en las calles de Angoulême
Tanto en Angoulême como en Bruselas, hay cómics en las paredes. Desde un promontorio rocoso que domina los valles del Charente y del Anguienne, Angoulême, ciudad de historia, ofrece al paseante unos panoramas impactantes y un rico patrimonio arquitectónico. Si quieres descubrirlos de un modo lúdico, recorre el circuito de las paredes pintadas. 26 obras de arte creadas por autores de prestigio te esperan.
8. Los Grandes Lagos Canadienses de Vassivière
El lago de Vassivière suele compararse con Canadá: paisajes boscosos, islas, penínsulas, colores que cambian con las estaciones... Situado en pleno corazón del PNR de Millevaches, este «mar interior» ofrece un paisaje bucólico y protegido.
A pie, en bicicleta, a vela, en barco, en piragua o a caballo, disfruta de 1000 hectáreas de agua pura y tranquilidad, garantizadas.
9. Fortalezas como en Austria en las orillas del Dordoña
¿Sabías que en Périgord se concentra el mayor número de castillos de toda Francia? Aquí no hay montañas como en el Tirol, pero sí hay muchos castillos que dominan el majestuoso valle del Dordoña: Beynac, Les Millandes, Fénelon, Castelnaud, La Roque-Gageac… En este lugar, la historia se combina con unos paisajes naturales fabulosos.
Ya sea en una barcaza, desde el agua, en un globo aerostático o a pie con un guía, descubre las riquezas de una herencia patrimonial única.
Para saber más sobre el patrimonio del Périgord
Descubra los castillos del valle de la Dordoña
10. Los Backwaters de Kerala en la Marisma Poitevina
¡No estás soñando! Te deslizas relajadamente sobre el agua por la maraña de canales e infraestructuras hidráulicas de 8200 km de la Venecia Verde. Por supuesto, en la Marisma Poitevina no encontrarás los cocoteros de Kerala. Pero seguro que el suave movimiento de los sauces sobre el agua, la armonía del vuelo de las libélulas, la elegancia de la angélica y la luz del sol poniente te enamoran. Te recomendamos dar un paseo en barca, muy refrescante y relajante, pero también puedes descubrir el parque natural de la Marisma Poitevina en bicicleta, a pie o en burro. ¡Le gustará a toda la familia!