1 - Suspendido en plena naturaleza
Despertarse con el canto de los pájaros, recibir la visita de una ardilla a la hora del desayuno y vivir al ritmo de la naturaleza durante algunas horas, es lo que proponen las cinco cabañas suspendidas en los árboles, en el parque del Château des Enigmes, en Pons, Haute-Saintonge.
Encaramada a 11 metros en lo alto de un cedro del Líbano tricentenario, la cabaña de los enigmas puede albergar hasta a tres personas y ofrece maravillosas vistas del castillo. Subimos a ella por dos escaleras de caracol. La cabaña zen está suspendida a ocho metros en un roble centenario. Puede alojar a dos personas y se accede a ella desde un cedro vecino por una escalera y después un puente suspendido. La cabaña de las Mil y una noches, encaramada a siete metros en un roble centenario, se asemeja a un palacio oriental con su cama con dosel.
En lo que respecta a las cabañas familiares, la «de las ardillas» está colgada a cinco metros de alto sobre dos robles centenarios y puede albergar hasta cinco personas, las mismas que la cabaña de los grumetes, navío de piratas suspendido en un roble centenario a cinco metros de altura.
A la hora del desayuno, solo hay que elevar la cesta colocada a los pies del árbol a las 8,30 h y saborear su contenido en la terraza. Sin agua ni electricidad, las cabañas están equipadas con cuartos de baño secos. Se puede acceder a un cuarto de baño en el castillo de 8 a 19 h y una zona de sanitarios está siempre abierta de abril a finales de octubre.
Abierto todo el año. A partir de 135 €.
www.sur-un-arbre-perche.com
2 - Una noche en una «burbuja» bajo las estrellas
Pierre Gatard decidió instalar tres burbujas en Le Bois des Granges, en Montendre, en el sur de Charente-Maritime, a un centenar de metros de su casa familiar. ¡Un lugar ideal para pasar una noche bajo las estrellas sin temor a los mosquitos o a coger un resfriado!
La más romántica, la burbuja de flores propone una noche para dos personas a la sombra de un roble. Explosión de color para la burbuja pop en un estilo años 70. Decorada con elementos de plástico y cromo y diseño gráfico, esta burbuja también puede albergar a dos personas. En cuanto a la burbuja de los robles, en medio de robles americanos, eucaliptos, pinos marítimos y fresnos, puede recibir hasta cinco personas y es accesible para personas con movilidad reducida.
Como la naturaleza se guarda múltiples sorpresas, no es raro ver un corzo o una ardilla atraída por el olor de los pasteles, el pan y las confituras (caseras) del desayuno que se sirve en la terraza. La pareja instala temprano por la mañana una nevera delante de las burbujas para que cada cual pueda comer a la hora que le apetezca, los más madrugadores o los que se les pegan las sábanas por la mañana.
Cada una de las burbujas está equipada con un cuarto de baño seco y dos duchas completan el equipamiento.
Abierto todos los días de finales de abril a finales de septiembre. A partir de 160 € la noche por dos personas, desayuno incluido.
www.nuitee-insolite.com
3 – Como un viaje inmóvil
Una roulotte de madera colocada frente a las viñas que se extienden hasta donde alcanza el horizonte. Como una invitación a salir a la aventura. Fue justamente el aspecto bohemio de esta roulotte lo que sedujo a Florence Bouffard, una antigua viticultora de Saint-Maurice-de-Tavernole en Haute Saintonge. Siguiendo la idea de su hija, instaló una roulotte, un pod y una gran tienda en 2011 en el jardín de su propiedad vitícola de 11,5 hectáreas. Tres años más tarde, añade un segundo pod familiar, una kota (cabaña típica finlandesa) con una barbacoa interior, una cabaña de trolls y un «hot tub» (bañera exterior de madera). Más tarde en 2016, la cabaña del coñac y una sauna para dos personas. Estos alojamientos forman un pequeño pueblo de 5.000 m2 en un entorno de tranquilidad, ideal para desconectar.
La roulotte de Ninon – 17 m2 de superficie - cuenta con cinco camas. En el interior encontramos también un cuarto de baño con retretes y una cocina pequeña. La cesta del desayuno se deposita delante de la puerta a las 8,15 h. Al finalizar el día, a partir de las 18,30 h, se vuelven a colocar cestas de aperitivo con productos regionales.
Abierto todo el año. A partir de 90€.
www.domaine-des-vigneres.com
4 – Mi yurta en medio de las viñas
Un viento de Mongolia sopla cobre el pequeño municipio de Salignac-sur-Charente cerca de Cognac, desde el regreso de Corinne Martinaud a su pueblo natal. En abril de 2009, decidió instalar 3 yurtas en su terreno. Este hábitat tradicional de los pastores de Mongolia, que se desplazan siguiendo las trashumancias de sus rebaños, ofrece una desconexión total en medio de las viñas circundantes. Alquiladas en fórmula de habitación de huéspedes, las yurtas charentaises de Corinne han sido fabricadas en Deux-Sèvres para mantener la coherencia con su iniciativa ecológica.
La yurta trotamundos y la yurta del pescador (28 m2 ambas) pueden alojar de dos a cuatro personas. La gran yurta étnica (50 m2) puede recibir de cinco a ocho personas. Todas son accesibles para personas de movilidad reducida. Los tres cuartos de baño han sido reagrupados en un edificio en las inmediaciones. El desayuno (pan, bollería y pasteles frescos caseros) se sirve entre las 8,30 y las 10,30 h.
Abierto todo el año. A partir de 70 euros.
www.yourtescharentaises.com
5 - Una noche en vela sobre las olas
Para los apasionados de la pesca, o aquellos que simplemente quieren pasar una noche a la orilla del agua cerca de La Rochelle, es posible alquilar el carrelet pedagógico del centro náutico de Angoulins-sur-Mer (CNA) durante seis horas, durante una marea alta o la noche.
Pontón de pesca, esta cabaña no está acondicionada para comer ni dormir. No hay retrete ni lavabo, únicamente una mesa y dos bancos forman el equipamiento. Pero para los más aventureros que no temen dormir sin comodidades siempre podrán llevar su colchón hinchable y su edredón y dejarse mecer por el sonido de las olas. La cabaña puede albergar hasta 8 personas en el interior.
Alquiler de mediados de marzo a mediados de noviembre. A partir de 35 €. www.cnangoulins.com
o +33 (0)5 46 56 89 73.
Periodista en Charente-Maritime, a Jenny Delrieux le encanta descubrir cosas, vivir nuevas experiencias y conocer gente. Apasionada de la danza, las disciplinas aéreas y la lectura, considera La Rochelle su ciudad adoptiva y disfruta especialmente proponiéndose nuevos retos.