Aunque sus semillas se exportaron a Inglaterra en el siglo XIX desde su valle chino de origen, donde crecía en estado silvestre, el kiwi no logra su consagración definitiva hasta su llegada a Nueva Zelanda en 1906, donde será bautizado como «kiwi», en homenaje al ave que es su emblema nacional.
Hoy en día y desde hace 30 años 350 productores lo cultivan a los pies de los Pirineos.
Posee una piel marrón claro, ligeramente velluda y suave. Es el único kiwi de Francia que goza de un sello rojo y una IGP, pues debe su calidad excepcional a los terruños de Las Landas donde se cultiva. El mejor periodo para consumirlo es de noviembre a mayo.
Con dos veces más vitamina C que la naranja o el limón, el kiwi de l’Adour refuerza el sistema inmunológico y aporta energía extra al comienzo y al final del invierno.
Además, su consumo permite combatir el estrés y la depresión y su elevado contenido en antioxidantes retrasa los efectos del envejecimiento. Por su alto contenido en fibra, mejora el tránsito intestinal. También se le atribuyen propiedades cicatrizantes, cardioprotectoras y adelgazantes, por su poder saciante y su 80 % de agua.
Por eso, antes de pasear por las magníficas playas de arena fina de Nueva Aquitania, llena tus depósitos de energía al máximo con el kiwi de l’Adour.
En esta web encontrarás sabrosas recetas elaboradas con kiwi, y también con los otros 7 productos con sello de calidad de Las Landas: buey de Chalosse, espárragos, Armagnac, vino Floc de Gascogne, etc. ¡Una manera excelente de ampliar nuestros horizontes!
Mi consejo gastronómico más «chic» inspirado en Nueva Aquitania:
- Un pastis* de Las Landas, decorado con kiwis de l’Adour, acompañado de un chocolate caliente vasco, servido en una chocolatera «made in Limoges».
*El pastis: no te equivoques, nada tiene que ver con el de Marsella. «Pastis» significa masa en gascón y es una especie de bollo grande aromatizado con azahar, típico de la repostería tradicional de Las Landas y que podemos encontrar en todas las pastelerías.
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