Me tomaría mi café matinal en Ferme Lacère, en Bahus-Soubiran junto a mis amigos de la familia Lacère. Para cenar, iríamos a Relais de la Poste de Magescq.
"Me daría un paseo en «galupe», una barca de fondo plano utilizada en otro tiempo por los comerciantes gascones, por el Courant d’Huchet. Por último, visitaría la Villa Arnaga, la residencia de Edmond Rostang en Cambo-les-Bains, y sus jardines. Me haría pasar por turista y recorrería las calles de San Juan de Luz."
"Me echaría una siesta a la sombra de los pinos del bosque de Las Landas, acunado por el canto de las cigarras.
Practicaría mi deporte favorito: soñar."
"Me iría a comer los mouchous de la Maison Pariès, nuestros propios macarons del País Vasco.
Llevaría a mis amigos a saborear la cocina gastronómica de L’Atelier de Gaztelur en Arcangues, y les aconsejaría tomarse su tiempo para impregnarse del lugar, una antigua mansión frente al Larrún."
"Me iría a comer los mouchous de la Maison Pariès, nuestros propios macarons del País Vasco.
Llevaría a mis amigos a saborear la cocina gastronómica de L’Atelier de Gaztelur en Arcangues, y les aconsejaría tomarse su tiempo para impregnarse del lugar, una antigua mansión frente al Larrún."
Contemplaría la puesta de sol desde las les Maisons marines d’Huchet. El lujo en el corazón del mar de dunas de la costa de las Landas.
Michel Guérard está considerado uno de los padres de la gastronomía francesa. Aficionado al buen comer, pero también al buen vivir, establece su lugar de residencia en Las Landas en el año 1971 y, más concretamente, en la pequeña estación termal de Eugénie-les-Bains. En Près d’Eugénie, que forma parte de la cadena Relais et Châteaux, nos abandonamos al suave sopor de su «garden spa», nos reunimos en torno a deliciosas comidas con Estrella y asistimos a cursos de gastronomía impartidos por el chef en persona.