La Isla de Ré siempre ha sido mi patio de recreo. Aunque nací en París, mi familia es de aquí y he conocido la isla toda mi vida. Con 14 años, les dije a mis padres que quería irme de París y vivir en la isla. Al final, terminaron aceptando, viendo que allí no podría realizarme.
Ya me gustaba la vela y el windsurf, pero cuando estaba en la escuela secundaria descubrí el kite-surf y me propuse convertirme en uno de los mejores del mundo. Viajé a Brasil para trabajar, y aunque fue difícil lograr mi objetivo, lo logré y me situé entre los mejores de Francia en esta disciplina.
Siempre encuentras lugares para practicar
Regresé a la Isla de Ré porque siento un vínculo muy fuerte con este lugar. En Brasil, solo estaba el kite. Y yo practico el skate, el surf, el windsurf ... La enorme ventaja de una isla es que no importa la orientación del viento, siempre encuentras lugares para practicar. Para el surf, hay lugares para principiantes, para surfistas experimentados...
No paso todo el año en la Ile de Ré, ¡tengo la suerte de vivir en una región con un enorme potencial náutico! También me encanta La Palmyre, por ejemplo.
Pero siempre acabo regresando a la Isla de Ré, donde cuando acabo de hacer kite-surf, puedo terminar el día haciendo un poco de skate antes de disfrutar la puesta de sol con mis amigos desde la terraza de un bar. Es difícil encontrar algo mejor...