Nada más llegar al patio, antes incluso de entrar en el edificio, una obra magistral de Haguiko y Jean-Pierre Viot da la bienvenida a los visitantes. En una estela alta de hormigón blanco, se han colocado 600 cuencos esmaltados de muchos colores. Me encuentro en la entrada del Museo Nacional Adrien-Dubouché – Cité de la céramique, en el corazón de la ciudad de Limoges. En este lugar y desde hace casi dos siglos, la capital de Limousin valoriza este patrimonio, muy vinculado con su historia y región. Creado gracias a las donaciones y al trabajo de su mecenas principal y antiguo director —del que toma su nombre—, este lugar reúne actualmente más de 18 000 obras, con piezas de China, Italia o Alemania, que van desde la Antigüedad hasta el siglo XIX. Se exponen alrededor de 5000.
Una colección de todas las épocas y horizontes
Para empezar mi recorrido por este gran complejo, un espacio híbrido y fascinante que combina el antiguo edificio Art déco y una extensión completamente de vidrio con estructuras metálicas, me dirijo hacia la entreplanta. Aquí, se analizan todas las etapas de la concepción de la porcelana para que se pueda comprender mejor esta artesanía: elección de los materiales, modelado, decoración y, sobre todo, cocción. Aquí, aprenderemos que la porcelana está íntimamente relacionada con el control de los hornos térmicos y su perfeccionamiento. Desde los 700 °C para realizar terracota hasta los 1380 °C para las porcelanas duras, como las de Limoges, e incluso los 2000 °C para otros productos específicos… El nombre de «artes de fuego» tomará todo su sentido con unas pocas explicaciones. Mi visita continúa por las colecciones y, entre ellas, la de bustos de los presidentes de la III República es de las más soprendentes, así que no puedes perdértela: está en el primer piso. Antigüedad, Edad Media, Renacimiento, siglo XVII, Art déco, Art nouveau… Los periodos se suceden, así como las obras maestras. En el tercer piso encontrarás creaciones muy hermosas procedentes de las fábricas de porcelana de Limoges: obras contemporáneas puramente artísticas y objetos de uso doméstico convertidos en piezas de museo. Una prueba de que no pasa de moda y de que es capaz de renovarse una y otra vez.
Idea:
si quieres comprender mejor las etapas de la creación de la porcelana, visita el museo de Le Four des Casseaux: es un antiguo horno de porcelana considerado monumento histórico en el que se ofrece un enfoque muy práctico sobre el tema musée four des Casseaux