En 2009, se instaló en Saint Junien (a 30 minutos al oeste de Limoges), capital francesa de la fabricación de guantes de lujo. Me recibe con su rostro sonrosado, sus gafitas redondas, su estatura impresionante, su delantal de trabajo de cuero y su mano firme: me encuentro en la sala de exposiciones de la 1ª planta. Veo un canapé de cuero, un mueble bajo con una colección de bolsos, cinturones y peluches y la gran mesa alta de madera donde nos instalamos.
«A los 17 años todavía estaba en 2º de la ESO y era imperativo que encontrase mi camino»: con esta frase empieza la entrevista. Este camino, poco a poco, empieza a tomar forma de manera natural cuando Thibault decide acompañar a su padre, representante de marroquinería, durante las vacaciones. Empieza así un proceso de formación en establecimientos de compañeros de profesión. Comienza un su Tour de Francia particular que le lleva a Marsella, Tours, Poitiers, etc. donde aprende el oficio con los mejores artesanos y las grandes marcas.
Por fin, con 26 años, se lanza a la aventura y se coloca al frente de una empresa que decidió bautizar «Daguet» (cervato en español). Este nombre dice mucho de este joven emprendedor, directo y espontáneo. Lo habéis adivinado, es su emblema: una cría de ciervo multicolor con una cornamenta que solo desea crecer y crecer.
Thibault adora los materiales bellos y siente especial predilección por el cuero. Creedme si os digo que, al penetrar en el Grial de la materia, el almacén de pieles, Thibault se transforma. Sus ojos se iluminan y se vuelve más hablador y distendido. Nos enseña las diferentes pieles: elefante, avestruz, pitón, cocodrilo, búfalo, becerro, etc., y comenta sus «propiedades», los diferentes colores, sus posibles usos… Salgo embriagada por el olor del cuero y su voz, ¡me hubiera quedado escuchándole todo el día!
Del taller a la tienda solo hay un paso y, nada más entrar, caigo rendida. Calidad y «made in NA», ¿cómo puedo resistirme? Incluso he encargado para los niños bolsos y cinturones a medida para Navidad.
www.daguet.me
Un sabelotodo que cree que la curiosidad no es un mal defecto, por encima de todo, a Éric le gusta descubrir los conocimientos ancestrales ocultos detrás de nuestros famosos productos regionales. Productores, artesanos, obreros... Sal con él a conocer estos profesionales con manos de orfebres. Y confía en sus buenas ideas para llevarte la maleta llena de regalos...