Poco ruido, poco movimiento y nadie en el horizonte. El Larry, escondido en el fondo del valle, en la frontera con España, se encuentra en un entorno natural completamente aislado. En él encontramos todas las características del Parque Nacional de los Pirineos: el agostadero, ocupado de junio a octubre, y su entorno protegido, rico en biodiversidad gracias a la presencia de la perdiz nival en las cimas, del gran urogallo en el paso de Gouetsoule, del desmán cerca del riachuelo, del armiño y de la perdiz pardilla.
El Valle de Aspe alberga también una gran población de rebecos, con más de mil individuos repartidos por siete mil hectáreas. La nutria ha vuelto después de unos años y se debería reintroducir en breve el íbice. Además, su diversificado hábitat es propicio para las rapaces. Se han detectado al menos cuatro parejas de quebrantahuesos, catorce parejas de alimoche común y otras tantas de culebrera europea, águila y halcón peregrino.
Salir de los senderos
Alejado de las hordas de turistas, el itinerario que lleva al altiplano del Larry comienza en el sendero de la cabaña de Gouetsoule. Hasta llegar al paso epónimo, se atraviesan campos cubiertos de asfódelos y de grandes gencianáceas que forman una amalgama amarilla y blanca sobre un fondo verde intenso... Así de exuberante es la vegetación: aquí llueve más que en Bretaña ya que el Valle de Aspe es la primera cadena con la que se encuentran los fenómenos oceánicos.
Más arriba, los pinos negros toman el relevo, diseminandos entre los rododendros. Es un paraje absolutamente bucólico al que se suma una vista sobre el Couecq que ofrece una riqueza geológica increíble.
El pequeño refugio de la pradera
A dos pasos de una cabaña de pastores que se utiliza en verano, el Refugio de Larry no está vigilado. Pero la comodidad sí que está presente: literas, catres en el piso superior, gas y una sartén. Es el lugar ideal para hacer noche en la montaña, alejado del frenesí de la ciudad. Más arriba, el itinerario atraviesa pastos hasta llegar al paso de Ayous, con su impresionante vista del pico Midi d’Ossau.
Hay dos opciones posibles: ascender por el pico de Ayous o por el pico de Larry, siendo este último el menos frecuentado. También se puede descender a través del refugio de Ayous hasta los lagos epónimos y desde allí hasta Bious-Artigues, aunque es necesario tener previsto un vehículo allí abajo. Elijas el itinerario que elijas, será una marcha de seis o siete horas.
Y TAMBIÉN...
Les orgues de Camplong
Un sendero en balcón por la frontera, entre un agostadero y una altiplanicie kárstica. El itinerario comienza en el refugio de Labérouat, situado sobre Lescun. Hay que llegar al bosque de Braca d'Azun y subir recto por el talud hasta llegar al pie de Les Orgues. Bordear el acantilado durante 3 km. Ascender por el pico de Tourelles y seguir por la cresta hasta el paso de Azuns. Desde allí, descender en dirección sur hacia la cabaña de Cap de la Baitch y reemprender el ascenso por el GR10.
Los agostaderos de Banasse
Una excursión sencilla por el corazón de la vida pastoral. Con inicio en la aldea de Lamourane, a 4 km de la central eléctrica de Baralet. El camino asciende por la orilla izquierda del torrente. Al pie de la montaña de Banasse, proseguir hacia el fondo de la altiplanicie, hacia las cabañas de Gourgue Sec, Lurbe y Caillaous. La primera de ellas se encuentra frente a un pequeño lago y es ideal para hacer un pícnic. También se puede seguir hasta el refugio de Arlet, a 1 h de marcha.
El pico de Sesques
¡El sobrenombre de "Escarpu", escarpado, no se eligió al azar! Hay que contar con un desnivel de 2000 metros desde su inicio, en Etsaut. Probablemente sea uno de los ascensos de media montaña más duros de los Pirineos, hasta el punto de que solo los senderistas veteranos son capaces de realizarla en una jornada. Ascender a través del bosque hasta el Cirque de Yèse, a medio camino, y proseguir hacia el este primero y hacia el norte después hasta llegar a la cima.