A 1 hora y 15 minutos de París en tren, Poitiers te espera para pasar un fin de semana vibrante y lleno de emociones... a caballo entre pasado y futuro. La «ciudad de los 100 campanarios» (te retamos a contarlos) es ideal para visitar a pie, siempre y cuando estemos un poco en forma… porque aquí subir y bajar es algo cotidiano.
A lo largo de sus calles peatonales, el viaje en el tiempo comienza entre la Edad Media y el Renacimiento. Las fachadas de piedra caliza blanca esculpidas y las casas de entramados de madera, cerca de la iglesia de Notre Dame la Grande, una de las joyas del arte románico de Poitiers, han sido testigos de este rico pasado. Al caer la tarde, la iluminación de la fachada en «sus colores originales» nos muestra las páginas del Antiguo y Nuevo Testamento, con escenas que anuncian la llegada de Jesús para salvar a la humanidad del pecado original.
En la antigua sala del Palacio de los Condes de Poitou y de los Duques de Aquitania, actual Sala de los Pasos Perdidos del Palacio de Justicia, me invaden por sorpresa sueños de la fabulosa Leonor (mi heroína) mientras escucha a su trovador preferido, el lemosín Bernardo de Ventadour…. De la catedral a la iglesia de Santa Radegunda solo hay un paso. Su coro elevado, para dar acceso a la cripta donde reposa la reina Radegunda, atrae la mirada por sus frescos, anticipo de los que nos esperan en la Iglesia de San Hilario el Grande, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En este viaje en el tiempo, el baptisterio de San Juan, considerado uno de los edificios cristianos más antiguos de Francia (siglo IV), es una parada obligada.
Al día siguiente, tenemos una cita en Futuroscope con Los Rabbids, para probar la máquina del tiempo. Enfúndate un traje de animal peludo y únete a Sid y sus amigos de «La edad de hielo», explora un mundo extraordinario como un ratón, un escorpión o una ardilla rayada o haz de copiloto de Sébastien Loeb. En pocas palabras: te damos la bienvenida a un mundo de experiencias únicas y sensacionales.
Lo hemos probado para ti: Hôtel de l’Europe
En pleno corazón de unas calles peatonales y a 10 minutos de la estación de tren, el hotel goza de una ubicación ideal para una visita a pie por la ciudad. Todo queda a tiro de piedra. La habitación con decoración estándar nos regala unas agradables vistas de un pequeño patio interior. Ventajas extras: camas de calidad excelente y una tranquilidad extrema. Un comedor para el desayuno muy agradable con prolongación hacia una terraza abierta y cubierta abierta al jardín. Desayuno bufé abundante con cake casero, fruta fresca, gran selección de tés, mermeladas y quesos de la región.
Agenda de direcciones:
«Les archives» (restaurante-vinatería-salón de té)
El restaurante del hotel Mercure, «Les archives», se encuentra en un lugar absolutamente improbable: una antigua capilla. En la nave central, de grandes muros encalados, se disponen las mesas. Decoración sobria pero acogedora. Menú vegetariano a partir de 26 €. Suculento y original. Menús de descubrimiento 27 €, gastronómico 39 €, gastronómico especial 48 €.
En cuanto a las habitaciones, la de la antigua capilla es única. Ideal para vivir un momento privilegiado.
«Rooftop»: para tomar un aperitivo en un ambiente musical o una cena bajo las estrellas. El plus, para mí (que debo confesar que adoro el baba): su baba «au diplo».
www.rooftop-poitiers.com
«Le bonheur est dans le thé»: lo confirmo. Todos los sábados por la tarde, el salón de té abre sus puertas. Y, como no podía ser de otra manera, me encantan sus scones. Sugerencia: terraza y menú de mediodía con opción de un plato vegetariano y postre vegano.
www.lebonheurestdanslethe.fr
Ideas de recuerdos: tienda de la Casa de turismo de Vienne, cerca de Notre Dame La Grande. Amplia selección de especialidades locales: vinagres aromatizados, vinos regionales, Broyé du Poitou en tres bonitas cajas, jabones, macarons de Montmorillon, paraguas hechos a mano, etc.