Cuando llegas a Brivezac desde París, en seguida comprendes que ha sido una buena elección. Este es el relato de las dos semanas que he pasado en el pueblo, alojándome en Homade, un lugar de vida comunitaria y artística. ¡Tiene buena pinta!
Brivezac cuenta solo con unas pocas calles de hermosas casas antiguas, algunas de ellas aún ocupadas, otras en mejor o peor estado. ¡Pero es mucho más que eso! Es el pueblo de los abuelos donde venir a veranear, hay varias iniciativas para devolver la vida a la región, como Homade o "le Destin", el café asociativo del pueblo.
Es también Dordoña, que recorre el pueblo, refrescando a los turistas y deleitando a los pescadores con mosca.
Es también Dordoña, que recorre el pueblo, refrescando a los turistas y deleitando a los pescadores con mosca.
¡En las orillas del Dordoña han pasado muchas cosas!
Descender en piragua el Dordoña, para gran felicidad de los visitantes del lugar.
Y por último, Brivezac es un punto de salida fantástico para explorar las hermosas ciudades y pueblos de los alrededores, como Beaulieu-sur-Dordogne, Argentat y Bassignac-le-Bas, o para una escapada en la exuberante naturaleza, con cuidado de no verse atrapado en un rebaño de limusinas.
¡Pero, sobre todo, para mí Brivezac es la vida auténtica!
Ilustrador, dibujante y facilitador artístico desde 1983 (o casi).