Una bastida singular
"Aun a riesgo de ser una excepción, mejor no fijarse límites." Bernard Barret, Raconteur de Pays, usa la ironía para describir Vianne.
Cuando Jourdain de L’Isle firma en 1284 el acta fundacional de la bastida, rinde homenaje a su tía, quien acaba de legarle sus bienes y tierras: Vianne de Gontaut-Biron, hija primogénita del señor de Montgaillard, cuyo castillo domina todavía Vianne.
Jourdain de L’Isle no sabía entonces que esta decisión la marcaría como una excepción, ya que entraría en el palmarés de las bastidas de Lot-et-Garonne como la única que posee un nombre patronímico femenino.
Una bastida inglesa
Pero la excepcionalidad de Vianne también se encuentra en su origen inglés, a diferencia de sus vecinas más cercanas, todas ellas francesas: el acta fundacional firmada por Jourdain de l’Isle se aprobó con el rey Eduardo I de Inglaterra en 1284.
Más información:
Bernard Barret, Raconteur de Pays. Telf. +33 5 53 97 06 49 o +33 6 77 89 02 41.
www.raconteursdepays47.com
A partir de 8 personas; 4 € por persona (hasta 12 personas); 3 € por persona (más de 12 personas).
Otras bastidas cercanas que visitar:
Villeneuve-sur-Lot, la fluvial
Solo encontramos el plano regular propio de las bastidas en la orilla derecha del Lot. Podemos admirar la place Lafayette y sus cubiertas, las torres de Pujols y de Paris, y el pont des Cieutat entre otros. La fundación de Villeuneuve-sur-Lot es el fruto de un contrato de derecho feudal sellado entre Alphonse de Poitiers y la abadía benedictina de Eysses en 1264.
Damazan, el rival histórico
Junto con Lavardac, es la bastida francesa que enmarca la Vianne Inglesa. Fundada en 1259 por Alphonse de Poitiers, Damazan se distingue por sus casas con entramados y sus voladizos. Aunque el urbanismo y la rigurosa geometría respetan los cánones de las ciudades nuevas de la Edad Media, la plaza presenta fachadas y carpinterías de colores. No puedes perderte el canal, muy próximo.
Eve Scholtès est journaliste : rédactrice de formation, photographe par passion, baroudeuse par nature. Le monde, toute distance confondue, est son terrain de « je-tu-vous-nous » de prédilection.